En este episodio revisamos los mejores y no tan mejores álbumes de la banda gringa Smashing Pumpkis. Cuarteto de rock alternativo que, según Spotify, tiene a sus principales oyentes ubicados en Los Ángeles (California), Santiago de Chile, Chicago, Ciudad de México y Sydney (Australia). En ese orden.
1er lugar: Siamese Dreams (1993)
Disco perfecto: 100% de sus 13 temas excelentes. Cero caídas en sus largos 60 minutos de duración, un sello long play e inspirado que mantendrán en sus siguientes entregas.
8 de sus 13 canciones son obligatorias en tu playlist de la banda: Today, Rocket, Cherub Rock, Quiet, Hummer, Disarm, Soma y Geek USA.
2do mejor disco: Zeitgeist (2007)
Otro discazo de los Pumpkins. 91% de canciones altamente recomendadas. 11 de 12. Siete años después de su disolución oficial en el 2000, los originarios de Chicago regalonearon a sus fans con este notable séptimo trabajo el cual solo se puede escuchar en Youtube, ya que todavía no está disponible ni en Spotify ni en iTunes, según revisé.
Más allá de este detalle extra disco, de las 11 canciones dignas de like, seis de ellas son (o serían) obligatorias en la playlist de Smashing. Hablamos del notable y poderoso sencillo Tarantula, y otros temazos como Doomsday Clock, 7 Shades of Black, Bleeding the Orchid, Starz y la extensa (+10') pero bien lograda United States.
El paso en falso, a mi parecer, es el track 11 For God and Country, en el cual Corgan vuelve a desdoblarse para insistir en los sintentizadores industriales para nuevamente caer. ¡Billie, lo tuyo es la distorsión, no la electrónica! Un tema que lamentablemente no permitió el 100% con el cual habría incluso desplazado del primer lugar al insuperable Siamese Dreams del 93.
De todas formas, Zeitgeist es un álbum totalmente recomendado para escuchar varias veces, regalar en vinilo a fanáticos de la banda o melómanos, y obviamente incluir en tu colección de discos.
3er lugar: Gish (1991)
Disco debut muy muy bueno de Smashing Pumpkins: 90% de canciones oreja, rockeras, potentes, rabiosas, abrasivas. Quizá el único punto débil de este álbum es el track 9 Window Paine.
Para la playlist: I Am One, Siva, Rhinoceros, Bury Me, Snail y Tristessa.
4to lugar: Mellon Collie and the Infinite Sadness (1995)
90% de tremendas canciones de un disco doble de laguísima duración (más de 2 horas). De hecho, la posición en este ranking - detrás del Gish que obtuvo el mismo porcentaje - se debe a sus 121 minutos con 50 segundos, que obligan a escuchar este trabajo en dos sentadas, lo que por ahí le juega un poquito en contra en esta era de la inmediatez. Lo notable: el primer disco de este trabajo no tiene un solo punto bajo. La única caída se escucha, quizá, en el segundo disco en el track 4 In the Arm of Sleep.
De sus 28 canciones 13 son obligatorias en toda buena playlist de Smashing Pumpkins. Del primer disco clásicos como Tonight Tonight, Zero, Bullet with Butterfly Wings, pero también Jellybelly, And Ode To No One, Here is No Why y Love. Del segundo: 1979, Bodies, Thirty-Three, Tales of a Scorched Earth, X.Y.U., y By Starlight.
Un discazo que en vinilo es 100% recomendado para regalar, así como también para agregar a tu colección. Respecto a escucharlo más de dos veces, sí, pero con tiempo disponible y dos botellas. Una por disco.
5to lugar: Machina / The Machine of God
No importa la caída sino cómo te pones de pie. Con ese dicho popular podríamos representar el sexto lanzamiento de la banda, luego de su somnífero y pretensioso quinto disco Adore, que puso un paréntesis en la veta rockera de la banda. Pero Smashing, cual hijo pródigo, vuelve a sus raíces distorsionadas con este álbum que promedia un 81% de buenas canciones. 13 de 16, en casi 1 hora y cuarto de duración.
Guitarras potentes, oscuras y la rabiosa, aguda e inimitable voz de rata de su líder, nos devuelven el alma en este Machina, con canciones radiales como The Everlasting Gaze y Stand Inside You Love. Pero también otras joyas ocultas dignas de incluir a la playlist de Smashing como Heavy Metal Machine, This Time, Wound y Try, Try, Try.
Los puntos que bajan un poco el promedio de este discazo son 3: The Imploding Voice, The Crying Tree of Mercury y Blue Skies Bring Tears.
Aún así, este álbum en formato vinilo es una excelente opción para regalar, coleccionar o escuchar más de una vez.
El peor disco de Smashing Pumpkins: Adore (1998)
Disco regular: solo un 52% de canciones dignas de like. 8 de 15. En este quinto trabajo la banda explora, de forma un tanto pretenciosa, por la movida electrónico industrial de la época. Un desdoblamiento sonoro que se entiende como el derrotero lógico de la banda luego del Mellon Collie, pero que, definitivamente, no llegó a buen puerto. Quizá por cansancio - luego de 3 obras maestras seguidas - o quizá porque simplemente lo de Smashing es el rock.
Si bien es cierto este trabajo cuenta con un par de hits bien radiales como Ava Adore y Perfect, el archipiélago compositivo - plagado de somníferas baladas - que se forma desde el track 6 en adelante, debilita de forma irreversible la propuesta del álbum, posicionándolo como el peor de toda su carrera.