The Passion of Dionysus (2023), decimocuarto disco de estudio de la banda gringa Virgin Steele, ingresa a la categoría de discos reguleques y más irreverentes de heavy metal de este año (casi una joda), con un 60% de buenas canciones, pero, curiosamente, 4 para playlist.
Lado A: tracks 1 al 3
"Curioso" inicio de disco de 3 canciones grabadas con Garageband, sin caídas y con 1 tema para playlist: el track 2 titulado "You'll Never See The Sun Again", un "Drama en tres partes" - como indica el vinilo - cuya primera se titula de forma homónima, la segunda "Pearls Before Swine" y la tercera "The Fate That Pursues You." Un tema conceptial que seguramente con instrumentos reales debe ser una genialidad, pero la utilización de instrumentos ficticios, hechos por computador, le quitan mucha fuerza a este comienzo, dejando muchas dudas.
Lado B: tracks 4 al 6
Extraño cierre de la primera mitad con 1 caída y 2 nuevas pistas para playlist. Todo comienza bastante bien con el segundo tema conceptual del álbum, track 4, titulado The Ritual Of Descent (An Agon In 4 Parts) de 12:41 segundos, y luego uno de los más escuchados por los fans en Spotify , el track 5. PERO, el cierre, con el track 6, montado sobre una ridícula base de batería a mil por hora programada en Garaband, sin asco y sin intentar siquiera "camuflar" un poco como en los 2 temas previos, nos llevan a decretar la primera caída del disco. Está bien aguantar el cringe, pero aquí ya fue mucho.
Lado C: tracks 7 y 8
1 playlist (7) y 1 caída en el track 8, que parte bien, pero se desinfla mal con un piano tan midi que da cringe.
Lado D: tracks 9 y 10
2 caídas. Luego de cringear 8 canciones hechas en un computador, y pese a que las composiciones no son malas, he decidido no dar like al cierre del álbum por el irrespetuoso y excesivo uso de Garageband. Una balada ultratrillada de más de 9 minutos (Dios santo!) en el track 9 y en el track 10 vuelven a tirar esas "baterías" rápidas y hasta autoaplausos, que revientan el sensor de cringe.
¿Para volver a escuchar? No. 1 hora con 19 minutos que se pueden utilizar en algo mucho más productivo que escuchar a un músico que al parecer se quedó solo o sus compañeros de banda no quisieron ir a grabar, entonces él, proactivamente, se puso a grabar pistas con Garageband y lanza un "demo" como si fuera un disco. Si bien las composiciones son bien entretenidas y con instrumentos serían seguramente alucinante, no podemos recomendar este disco para escuchar ni una sola vez.
¿Para regalar en vinilo? No creo. Es un demo de más de una hora, no un disco.
Evaluación final:
Disco reguleque
60% de buenas canciones
6 de 10
4 para playlist: 2, 4, 5 y 7
1 caída: tracks 6, 9 y 10